Sela. Boletín37 sobre integración de América Latina y el Caribe

julio-agosto /2000

Internet contra la pobreza

Por Jorge Piña

Corresponsal IPS en Roma

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) aprendió en 20 años de lucha contra el hambre en el medio rural que la pobreza en la actual economía globalizada es, además de falta de capital y de acceso a recursos productivos, escasez de información.

Esta agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con sede en Roma considera que la red informática mundial Internet puede proporcionar a las poblaciones más pobres del mundo poder para desarrollar su potencial socioeconómico, como lo muestran las redes electrónicas que financia.

Conocido por sus enfoques innovadores en el desarrollo rural, el FIDA vincula a comunidades pobres con Internet para fomentar el intercambio de información entre comunidades campesinas y las oportunidades de comercio electrónico.

Para ello, ha creado tres redes regionales: Fidamérica en América Latina y el Caribe, ENRAP en Asia, y Fidafrique en Africa Central y Occidental.

Estos programas conectan a los beneficiarios de 76 proyectos de desarrollo del FIDA y pronto llegaran a 1,2 millones de hogares. Estas redes operan a través de acuerdos establecidos entre el FIDA y organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones campesinas.

Financiadas por el FIDA y administradas por ONG, estas redes proporcionan a los campesinos conocimientos sobre manejo de computadoras, programas informáticos y medios para acceder a Internet.

Casi 1.000 millones de personas viven en las zonas rurales con menos de un dólar al día, a menudo sin agua potable o electricidad.

El éxito de estas redes pioneras estriba en permitir a los pobres del mundo rural crear acuerdos y asociaciones entre ellos como nunca antes había sido posible.

El FIDA ha vinculado desde 1995 a 550.000 hogares rurales pobres atendidos por 34 proyectos de la agencia en 16 países en América Latina a través de Fidamérica (http://www.fidamerica.cl).

Los participantes de Fidamérica comparten sus experiencias a través de conversaciones y conferencias electrónicas. También pueden vender y comprar sus productos a precios ventajosos a través de un mercado campesino virtual.

El responsable de Fidamérica, Enrique Murguía, señaló que este sistema abarata, acelera y suma eficiencia el intercambio de experiencias entre los distintos proyectos que esta agencia desarrolla en América Latina.

En minutos, pueden tener un intercambio de información entre los proyectos sobre los diferentes temas de desarrollo rural, dijo Murguía.

Por ejemplo, un campesino de Bolivia solucionó sus problemas con una semilla de papa a través de una consulta a la red y que fue contestada en pocos instantes desde Perú, sin necesidad de traslados, recordó.

En la fase actual, serán las propias organizaciones campesinas, no sólo los técnicos de los proyectos, las que podrán intercambiar experiencias a través de la red, manifestó.

Las ventajas del proyecto son claras para Pykati-re, jefe de la aldea amazónica de Pucany. ''Fue bueno participar en Fidamérica porque pudimos aprender de otras comunidades que luchan por mejorar sus condiciones de vida'', afirmó.

Gracias a Fidamérica, la comunidad de Pucany pudo negociar un contrato para vender aceites esenciales a la cadena The Body Shop.

El FIDA también ha desarrollado un banco de datos en línea que recoge las lecciones aprendidas de sus proyectos desde 1990, el Sistema de Evaluación de Conocimientos (http://www.ifad.org).

Este sistema cubre varios temas, como microcredito, papel de las mujeres en el desarrollo, tecnologías campesinas.

REGRESAR